Es posible practicar yoga incluso si tienes una lesión o condición médica; sin embargo, es crucial tomar ciertas precauciones. Antes de comenzar, consulta con tu médico o profesional de la salud para asegurarte de que sea seguro para ti. Asimismo, considera buscar un instructor de yoga con experiencia en trabajar con personas con condiciones similares, para que pueda adaptar las posturas y ejercicios a tus necesidades específicas. Escucha a tu cuerpo y evita cualquier posición que cause dolor o incomodidad.